José Lizasoain
José Lizasoain entiende la superficie del lienzo como plano material dónde sucede esta encarnación de la luz, y comprende que esta superficie es así mismo plano in¬material, trasunto filosófico en el que las inquietudes se despliegan e interconectan. El plano poético y el pictórico se superponen y transparentan también con el plano de la música, la memoria y otros muchos espacios, planos o no, con sus coordenadas y lugares específicos que constituyen así un espacio más amplio de tránsito y acción. Con la aplicación de la materia coloreada, el pintor puede pasar de un plano a otro creando pasajes que hacen del cuadro un lugar la memoria y el pensamiento. El pintor volverá una y otra vez a pasar por esos lugares en el espacio físico de unos centímetros cuadrados, con la impronta moral de un escriba. Hacemos y pensamos al mismo tiempo. Hacemos sin pensar. Pensamos que lo hacemos, vamos dejando la huella.
– Fernando de la rosa